5 sept 2012

PENSANTE


A menudo paseo por desiertos. En estos, no tan a menudo me

encuentro con otros... pero en una ocasión me encontré con

uno de esos que siempre te siguen. Se molestó en explicarme

ciertas cosas, que para él no eran más que perogrulladas

–como para la mayoría de la minoría que por allí erraba.

Los fenómenos –me contaba– son sufridos por todos los que

divagamos por aquí. Sin embargo, no muchos hay que

realmente quieran saber de su verdad.

Prosiguió con su discurso: “¿Acaso crees que todo cuanto

ves forma parte de una lógica relación real? ¿Acaso

ambicionas como para suponer que ese agua, que los demás

apenas alcanzan a imaginar, tú la puedes llegar a probar?

¿Acaso consideras que lo que ves, es?”

“En la amistad como en el amor, en estos lugares, caben dos

soluciones para su correcta interpretación. Una de esas

posibilidades es que se dé un espejismo, y la otra es que

sea una vana ilusión. El espejismo se produce por la simple

refracción de la luz a altas temperaturas; puedes estar

viendo algo que está muy lejos... puede que demasiado, pero

existe. La ilusión, querido amigo mío, no es más que una

fabulación del cerebro: Fatiga,“sed”, anhelos,...

“Atiende bien cuanto te digo. La arena que pisamos no es

capaz de ofrecer en forma de espejismo algo de lo que no

dispone... lo hará pues, con la ayuda de tus estúpidos

deseos, en forma de ilusión. Te hará creer que andas hacia

un lugar por el que merece seguir adelante. Dicho objetivo

no es sino su objetivo, el objetivo de lo que aparenta ser,

pero disfrazado. Mientras tu mente recrea un puzzle en el

que cree ser pieza imprescindible, él te está llevando a un

abismo en el que todos sus elementos siempre han sido

prescindibles”. Prosiguió su camino y su figura se

desvaneció a medida que se adentraba en una tormenta.

“Es un Gilipollas” –pensé yo muy acertado mientras dejaba

atrás a ese pobre de espíritu. Pobre y condenado espíritu

que a mi despedida no supo más que mugir: “...pero ¡Qué

leches! ¡Qué condena más dulce, absurda... poética, la que

tiene por causa el iluso amor!

5/II/07

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