Despertar juvenil
político
Jesús Omar Almanza
Galván
Los jóvenes estamos
inmersos por lógica social entre los problemas que sufrimos la mayoría de los
michoacanos: el desempleo, los bajos salarios, la emigración y la pobreza.
Por lo anterior, de
manera grave también sufrimos deserción escolar a nivel bachillerato y
profesional, ya que ante la difícil situación económica, cada vez resulta más
complicado que la juventud aspire a una educación profesional técnica,
tecnológica o universitaria.
Pero además, la
desintegración familiar, la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción, son
fenómenos que no son fáciles de evadir, producto de una crisis económica,
política, social y cultural que parece cada día profundizarse más.
Frente al panorama
desalentador descrito, creo que son los jóvenes la fuerza esperanzadora que
debe despertar, como la gran energía hoy indispensable capaz de ser transformadora de todo lo que no
cumple con sus fines: instituciones públicas, partidos políticos,
organizaciones civiles y sociales, palabras y valores.
Predomina un sistema
económico injusto, la injusta distribución de la riqueza, la explotación del
hombre por el hombre, el consumismo, el mercado, la deshumanización, la
corrupción, la política lucrativa y el pesimismo.
Hace falta un
despertar juvenil político, que sustentado en la Revolución Mexicana
del Siglo XX, nos conduzca a una Revolución Mexicana Democrática Social, en el
inicio de este Siglo XXI, para ello es importante que todo realismo por muy
triste que sea lo conduzcamos al optimismo, partiendo de que como jóvenes somos
muy importantes por nuestros votos políticos y como consumidores, capaces de
influir en las políticas públicas y de detener el salvajismo capitalista que
promueven grandes empresas privadas.
Debemos desarrollar
nuestras capacidades de organización no sólo para nosotros, también para los
demás y enfrentar los problemas sociales, a través de diagnosticarlos y
proponer soluciones integrales, reconociendo que debemos convivir con la
sociedad, aprender de ella y avanzar con ella con hechos permanentes en la
solución de sus demandas y necesidades, que también son nuestras.
Jóvenes, valemos por
lo que hacemos, digamos lo que debemos decir y hagamos lo que debemos hacer,
sobre todo un despertar juvenil político, con sentido social y poder popular,
para contribuir al desarrollo material y espiritual de nuestro pueblo.
DENUNCIA MORELIANA
Los morelianos sufrimos
la política derechista
a nivel municipal,
Michoacán y federal,
por el PRI, el PRD
y el PAN.
En vez de "sacar"
de Morelia el tren
ahora negocio privado,
el "Puente de la Reacción "
fue construido
y miles seguimos sufriendo
no sólo su molesto ruido,
también el desagrado
de su horrible paso.
Los empresarios privados
en Batel o "Babel"
encontraron apoyo,
para verificar o negociar
con el humo de carros,
así el gobierno y
la iniciativa privada
con careta de ecologismo,
roban en una verificación
para la elección
de gobernantes administradores
de negocios particulares.
Otro negocio que sufre
nuestro noble pueblo,
el reemplacamiento de
todos los vehículos,
aunque traigan placas
en buenas condiciones,
así las diputaciones
son disputadas por
politiquillos parásitos,
que no saben vivir
sin amos capitalistas.
Primero un megapuente,
ahora un megatúnel,
son proyectos modernistas
para beneficiar capitalistas
que atentan contra Morelia,
al no promover
un desarrollo social.
Semáforos inteligentes,
remodelación de plazas,
verificaciones,
reemplacamientos
y eventos internacionales,
es lo que hacen siervos
de negocios particulares,
con recurso públicos
los animales.
El turismo presumimos,
también ser mancebos
de foráneos ciegos,
que gustan de leyenditas
y de cohetes y lucesitas.
Pero la gran Morelia,
sufre desempleo y miseria,
cada año inundaciones
y diario nefasto tráfico
de automóviles,
gracias a politiqueros
que no sirven al pueblo,
sino a empresas particulares:
constructoras de puentes
y túneles;
vendedoras de automóviles
y desarrollos urbanos
para unos cuantos;
y de servicios restauranteros,
hoteleros, cultureros,
tranvieros y leyenderos.
!Qué diría Morelos¡
Si cuenta se diera,
que su lucha insurgente
no ha sido terminada.
Todavía debemos conquistar
una independencia económica,
justicia para el pobre
y un gobierno popular.
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