Para reflexionar sobre la calumnia, la
envidia y el poder de la palabra.
Las enseñanzas de mamá
Había una vez una mujer que calumnió grandemente a una amiga suya, todo por la envidia que
le tuvo al ver el éxito que esta había alcanzado.
Había una vez una mujer que calumnió grandemente a una amiga suya, todo por la envidia que
le tuvo al ver el éxito que esta había alcanzado.
Tiempo después se arrepintió de la ruina
que trajo a esa amiga con sus calumnias, y visitó
a un hombre muy sabio a quien le dijo:
a un hombre muy sabio a quien le dijo:
- "Quiero arreglar todo el mal que
hice a mi amiga. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el
hombre respondió:
hombre respondió:
- "Toma un saco lleno de plumas
ligeras y pequeñas y suelta una en cada lugar al que vayas”.
La mujer muy contenta por aquello tan
fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un
día las había soltado todas.
día las había soltado todas.
Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya
he terminado", a lo que el sabio contestó:
- "Esa es la parte más fácil. Ahora
debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que
soltaste. Sal a la calle y búscalas".
soltaste. Sal a la calle y búscalas".
La mujer se sintió muy triste, pues sabía
lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo:
Al volver, el hombre sabio le dijo:
- "Así como no pudiste juntar de
nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo
el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer
es pedirle perdón a tu amiga, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".
el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer
es pedirle perdón a tu amiga, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".
Cuando se hace mal a alguien tarde que
temprano se paga..
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